NOTICIAS

El Factoring: Atractivo mecanismo de financiamiento

Octubre de 2021
Hola 2021

Fernando Melgar
Gerente General – Acres SAFI


El Factoring en el Perú durante los últimos cinco años se ha convertido en un atractivo y novedoso mecanismo que permite acceder al financiamiento, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, quienes tenían pocas posibilidades de utilizar el sistema financiero tradicional, y por tanto se ha constituido como una adecuada herramienta para obtener liquidez y viene siendo utilizada de manera cada vez más frecuente. Su importancia en el Perú se ha visto reflejada en la evolución creciente que ha mostrado el monto financiado vía operaciones de Factoring, donde durante el primer trimestre del 2021 este representó 2.2% del PBI total.

A grandes rasgos, el Factoring consiste en la venta de un documento por cobrar (letra, factura física o electrónica, recibo por honorarios) correspondiente a la venta de un bien, la realización y/o prestación de un servicio por parte de una empresa (proveedor), y cuyo obligado de pago planea efectuarlo en un plazo futuro. De esta forma, el factoring permite al proveedor adelantar el cobro de la factura por medio de la venta de la misma, y generar un beneficio bajo la forma de conseguir la liquidez de inmediato.

Existen dos modalidades tradicionales de realizar el Factoring: (i) el Factoring con recurso, donde el proveedor (quien ha girado la factura) es quien se hace responsable del pago en caso el obligado de pago incumpla; (ii) el Factoring sin recurso, en el cual la empresa de factoring es quien asume el riesgo de incumplimiento en caso el obligado de pago falle.

Debido a la importancia, que como hemos señalado alcanza sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, en la forma de acceder a una nueva fuente de financiamiento, es que se han conjugado una serie de factores que han permitido desarrollar e impulsar este mecanismo.

En primer término, debemos indicar que se ha dotado de un adecuado marco legal desde julio de 2015 mediante la publicación del Reglamento de la Ley 29623, la cual tenía por objeto promover el acceso al financiamiento a los proveedores de bienes y servicios a través de la comercialización de facturas comerciales o recibos por honorarios.

Asimismo, el Reglamento le otorgó a la Factura negociable la calidad de Título Valor, generando de esta forma el marco jurídico necesario que permitiese realizar la cobranza efectiva por parte del tenedor ante un eventual incumplimiento en el pago, a efectos de poder brindarle la cobertura y seguridad a los diversos participantes para impulsar la negociación de las facturas.

Dicho marco normativo ha permitido impulsar este tipo de operaciones, y generar un creciente interés por parte de los diversos actores de mercado. En tal sentido, se ha observado un impulso creciente en la formación de nuevos factores donde la lista de empresas de factoring inscritas en el Registro de la SBS ha alcanzado cerca de 100 participantes, teniendo un mix de empresas de capitales nacionales y también extranjeros, donde destaca la participación de empresas de origen chileno, quienes buscan replicar el know how de su mercado con mayor grado de desarrollo. Ello ha generado una demanda creciente de empleo, con un foco de especialización en las áreas administrativas, cobranzas y riesgos, de tal manera de lograr manejar óptima e integralmente toda la operación. Asimismo, se ha creado la Asociación Peruana de Empresas de Factoring APEFAC, entidad que agrupa a las catorce principales empresas de factoring en el Perú, la cual representa de manera conjunta alrededor del 80% del volumen de operaciones con facturas electrónicas negociadas a través de la Bolsa de Valores de Lima por las empresas de factoring.

En términos acumulados, las empresas de factoring han casi duplicado de 12% a 23% su participación dentro del volumen de facturas negociadas a través de la BVL en el período 2016 a 2020.

En paralelo, dicho marco legal también ha impulsado la creación de fondos de inversión especializados, los cuales ya vienen operando desde hace tres años, quienes participan activamente de este mercado, ya sea, a través de una participación directa adquiriendo las facturas o como en el caso de ACRES SAFI, proveyendo el fondeo de recursos necesarios a las empresas de factoring para que puedan realizar dicha labor. En este sentido, los fondos han logrado un rápido crecimiento en partícipes y tamaño de activos bajo administración. Actualmente existen ocho fondos de inversión públicos, que desarrollan esta estrategia y permiten a sus inversionistas tener exposición en este dinámico segmento, alcanzando niveles de rentabilidad muy atractivos, que pueden ser superiores incluso hasta en cinco veces al retorno generado por un depósito bancario. Dichos fondos de inversión representaron el 4% del volumen negociado del mercado de factoring a diciembre de 2020.

Por tanto, los factores mencionados anteriormente, han permitido dinamizar la negociación de facturas electrónicas a través de la Bolsa de Valores de Lima, la cual ha mostrado una tendencia creciente en la evolución del monto negociado en soles durante los últimos cuatro años. En este sentido, al cierre del primer semestre de 2021 el monto negociado en soles se incrementó 73% respecto al mismo período del año anterior, alcanzando un monto de 9,471 millones de soles.

Finalmente, con el fin de mantener el dinamismo alcanzado a través de estas operaciones y permitir superar la difícil situación económica generada durante la pandemia, es que en el año 2020, el Gobierno impulsó la creación de un Fondo, con recursos del MEF y el Banco de la Nación, y administrado por COFIDE, denominado Fondo CRECER, orientado a ayudar a las pequeñas y medianas empresas a través del otorgamiento de una cobertura al pago de las facturas giradas por estas empresas, en caso los obligados de pago tuvieran dificultades para realizar la cancelación de sus obligaciones. Dicho mecanismo tuvo un impacto positivo desde todo punto de vista, pues en dicho momento a raíz de la crisis económica, los plazos de financiamiento se habían alargado y el pago de proveedores se había diferido, pues las empresas buscaron preservar sus niveles de liquidez, por lo que dicha cobertura permitió mantener el flujo de fondeo y de operaciones directas vigente y constante, al permitir otorgar seguridad a los inversionistas, de tal manera que estos continuaran participando, a través de los fondos de inversión especializados, inyectando dinero para continuar impulsando este mecanismo de financiamiento. La posibilidad de utilizar esta cobertura estuvo vigente hasta junio de 2021.


Nota: El presente artículo, así como la opinión vertida en el mismo, son de exclusiva responsabilidad del autor. En ese sentido, la opinión del autor puede no coincidir con la opinión de BanBif, sus funcionarios, directores, accionistas y/o empleados, así como tampoco puede ser considerada como una asesoría y/o recomendación de BanBif a sus clientes o cualquier tercero.

ÚLTIMAS NOTICIAS

¿Vale la pena diversificar?

Escrito por Roberto Montero Leiva.

Año nuevo, nuevos desafíos