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¿Vale la pena diversificar?

Octubre de 2021
Hola 2021

Roberto Montero
Gerente de División Banca Patrimonial - BanBif
Directo: 613 3790
Celular: 967 998 435

Si bien la diversificación es un concepto relevante cuando se estructura un portafolio de inversión, muchas veces se enfoca como si se tratase del objetivo final, en vez de comprender que es sólo un medio para lograr el objetivo. Como diría Warren Buffett: “Una diversificación amplia sólo es necesaria cuando el inversor no entiende lo que está haciendo”.

Recordemos que la diversificación busca reducir el riesgo específico de la inversión. En pocas palabras, se trata de evitar que, en promedio, los diferentes valores o activos del portafolio se comporten estructuralmente de manera similar.

En un extremo, un exceso de diversificación llevará a reducir el retorno esperado del portafolio e incrementar el costo del mismo. Como dato curioso, según estadísticas, un portafolio de acciones bien diversificado deja de reducir el riesgo específico a partir de veinte (20) tenencias.

Adicionalmente, por más diversificado que esté un portafolio, nunca se eliminará el denominado “riesgo sistémico” (de mercado), con lo cual el portafolio siempre tendrá un nivel de riesgo asociado. Esto se deriva del conocido proceso “flight to quality”, el cual conduce a que todos los activos financieros se comporten de manera similar en momentos de crisis.

En el otro extremo, no contemplar ningún nivel de diversificación lleva a asumir riesgos innecesarios. Esto es común en personas que se dicen “amantes del riesgo” (aunque este concepto económicamente se asocia con la “irracionalidad” del agente), que invierten todo su patrimonio en muy pocos activos. Esta elevada concentración debería estar respaldada por un muy buen análisis, no solo fundamental, sino también de “momentum”. Caso contrario, mejor ir a un casino.

Entonces ¿qué deberíamos priorizar por encima de la diversificación? La respuesta es: la Estrategia de Inversión, que dependerá, entre otras variables, del perfil de riesgo, el tamaño del portafolio, el horizonte y el objetivo de inversión. Más allá de buscar diversificar o no, el punto central es comprender para qué estamos invirtiendo y cuál es nuestra expectativa en el largo plazo.

Por ende, si vas a invertir, preocúpate de tener una estrategia adecuada (o al menos que tu asesor personal la tenga). El nivel de diversificación será un complemento que estará supeditado a la estrategia y táctica que adoptes.

Si queremos ser más exhaustivos, la verdadera diversificación se basa en nuestro patrimonio, y no en el portafolio de inversión. Nuestro patrimonio es la suma de dos conceptos: (i) los ingresos que vamos a recibir en el futuro producto de nuestro trabajo (capital humano); y (ii) la riqueza financiera que hemos creado (capital financiero). Así, por ejemplo, si los ingresos esperados son volátiles, nuestro portafolio de inversiones debería compensarlo con flujos más estables (portafolio de inversión conservador). Sobre este concepto integral se basa un verdadero planeamiento financiero personal, pero estoy seguro que tendremos otra oportunidad para comentarlo con más detalle.

Si quieres conocer un poco más sobre las estrategias de inversión y los diferentes niveles de diversificación que maneja nuestro equipo de Asesoría Patrimonial, te invito a contactar a tu Banquero personal para que te brinde mayores detalles.


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